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Chris Froome, unos de los ciclistas que más cuida su peso |
Está claro que en ciclismo, el peso es por importancia, lo que más se debe controlar, a la hora de cualquier competición, ya sea, a nivel profesional, como aficionado o porque no, a nivel cicloturista.
Nadie tiene la barita mágica para decir, este es el mejor método para mantener tu peso ideal y no perder rendimiento sobre la bici. Está claro que lo que a uno le funciona, al otro lo desestabiliza. Pero las reglas o pautas a seguir en general, creo que casi todos las conocemos. Aunque si algún despistado aún no sabe por donde empezar, más abajo os paso las principales pautas a seguir, para mantener un peso idóneo, y no perder fuerza sobre la bici.
Primero y más importante... Sin duda, lo más importante, y creo, cualquier ciclista de nivel medio, debe hacer, es mantener una dieta equilibrada y saludable.
Dentro de esta dieta, es imprescindible establecer unos hábitos de alimentación. Muy importante, comer pocas cantidades, pero con bastante frecuencia. Lo idóneo tal vez seria cada tres horas, comer algo, o en su defecto, hacer cinco comidas al día. Esto es muy importante, de esta manera el deportista está constantemente recibiendo energía, lo cual favorece que se queme la grasa sobrante y no la almacene.
Punto muy importante... olvidarse de la comida basura. Dentro de comida basura podemos englobar todo aquello que contenga azucares añadidos disfrazados en productos nada beneficiosos para nuestro propósito. También dejar a un lado aquellos productos que poco nos aportan, pero si que nos pueden perjudicar y mucho.... llámense frituras, hamburguesas, pizzas, etc etc.
Para sustituir estos productos, tenemos otros que nos benefician mucho más y seguro el aporte energético será más generoso. Cereales integrales, frutos secos o derivados...
Aporte proteico y grasas esenciales. Sin duda, las proteínas son clave y de lo más necesarias, por lo tanto, tienen que estar en nuestra dieta, si o si. Y como no, debemos ser muy rigurosos en este sentido, así como con las grasas esenciales, también muy necesarias, y no menos importantes que las proteínas. Dentro de las grasas esenciales, tenemos el Omega 3, principalmente asociada al pescado. Por poner un ejemplo, la caballa, las sardinas o el salmón, tienen mucho omega 3.