Etapa llana o de transición, la que se vivió ayer en Murcia, o eso es lo que nos intentaron vender. Viendo las imágenes, de llana tiene poco, y de transición aún menos. Suerte que tuvimos al "bala", en el puesto de comentarista de TVE, para marcar el terreno, y como buen conocedor de la zona, detallarnos minuciosamente, los porcentajes exactos de la subida al Collado, como las dificultades de la bajada.
Jose Joaquín Rojas intentó ser profeta en su tierra, hizo un etapón, pero como bien apuntó el diario Marca, Trenti le sacó los colores delante de sus paisanos. Y es que, el Ciezano puso en bandeja de plata la victoria del italiano, enseñándonos justo lo que no hay que hacer, cuando te las estás jugando con un sprinter mejor que tu. Hasta el mismo Valverde, desde su posición como comentarista, le imploraba en el último kilómetro... "pero párate ya hombre".
Luisle no tu tuvo piernas, y así lo apuntó al final de la etapa. Se metió en la fuga, pero como se aprecia en la imagen de más abajo, llego muy justo a la cima del Collado.
Con la etapa prácticamente sentenciada por delante, quedaba ver el previsto ataque de Nibali en la bajada del Collado. Esperado, y no por ello menos duro... a falta de 500 metros de la cima, el BAHRAIN - MERIDA, desplegó todo su potencial, haciéndonos ver, la cara que se le queda al corredor LOTTO NL - JUMBO, cuando al mirar para atrás, ve la arrancada del italiano. Y si hay que tumbar en una curva de herradura al 10 %, se tumba, con tal de sacar a tus rivales de rueda. Al final, si, consiguió irse en el descenso, pero no muchos metros, y como se vio, a mitad de bajada, ya estaba neutralizado.
El lider Froome, impasible. No tuvo problemas, aparentemente, va sobrado, al igual que Chaves, que sin duda, creo que puede ser el único rival que tal vez, pueda poner entre las cuerdas al ciclista del Sky.
De los generales, el más beneficiado de la etapa fue Roche, que recorta 29 segundos en la general, y se queda a 36" de Froome, empatado a tiempo con Chaves.
El peor, sin duda, Alberto Contador. La arrancada de Nibali, hizo que el madrileño enseñara los dientes. Y es que, en directo, hay detalles que no se pueden ocultar.
